PREGUNTAS FRECUENTES

¿LAS HORAS SINDICALES SE UTILIZAN PARA EXCUSARSE DEL TRABAJO MERMANDO LA PRODUCTIVIDAD?

La OIT (Organización Internacional del Trabajo) en su recomendación 143, estipula que los sindicatos deben gozar de los permisos remunerados necesarios, para el pleno y correcto funcionamiento de la organización y que este tiempo, debe ser negociado y acordado entre el empleador y los y las trabajadoras. La labor sindical es, en la mayoría de los casos, de 24 horas, por eso, la dirigencia debe dedicar un porcentaje significativo de su tiempo personal, que a menudo va mucho más allá del número de horas que, efectivamente, se remuneran.

¿QUÉ ES UN PERMISO SINDICAL?

Es el permiso que concede el empleador a los integrantes de la Junta Directiva del Sindicato para el desarrollo de la actividad sindical, es decir, que cuando un afiliado cuente con permiso sindical puede ausentarse de su puesto de trabajo en horas laborales, a efectos de poder cumplir con las actividades propias de su función sindical.

Ahora bien, un afiliado así no pertenezca a una de las Juntas Directivas del Sindicato, también puede contar con permisos sindicales, esto cuando ha sido comisionado o se le ha delegado la ejecución de una actividad sindical.

Es preciso indicar que el trabajador, cuando se encuentre con permiso sindical, no está obligado a atender temas laborales de su puesto de trabajo, dado que debe hacer uso respetuoso de su permiso y cumplir a cabalidad su función sindical.

¿ES UN DELITO AFILIARSE A UN SINDICATO?

No es delito afiliarse a una Organización Sindical. El artículo 39 de la Constitución Política de Colombia, establece que los trabajadores tienen el derecho de asociarse, organizarse y sindicalizarse libremente en defensa de sus intereses, por medio de la formación de sindicatos. Se considera el derecho de asociación un derecho fundamental de cualquier ciudadano.

¿PARA QUÉ SIRVE UN SINDICATO?

La jornada laboral de ocho horas, el descanso dominical, el disfrute de una temporada de vacaciones pagadas, la licencia de maternidad, los auxilios educativos y de transporte, entre muchos otros derechos laborales, han sido conquistas del sindicalismo. Muchos y muchas creen que estos derechos han sido “concedidos” por benevolencia de los empresarios, pero en realidad, han costado el esfuerzo de millones de trabajadoras y trabajadores sindicalizados que, por casi dos siglos, han sacrificado tiempo, esfuerzo y hasta la vida por alcanzarlos.